En las últimas semanas, la Hermandad ha seguido participando en los actos celebrados por nuestras Hermandades conciudadanas, mostrando de esta forma la perfecta armonía y el reconocimiento mutuo entre las mismas. Distintas advocaciones para un mismo fin, mostrar y acrecentar la fe iliplense.
Por orden cronológico, se hizo entrega de un ramo de flores a la Hermandad del Rocío de Niebla, para que nuestro sentimiento cofrade les acompañase en su peregrinar hacia la Blanca Paloma.
Ya entrado el mes de junio, la imagen de nuestro santo y mártir iliplense, además de patrón, San Walabonso, recibió de igual forma una ofrenda floral por parte de la Junta de Gobierno, como muestra de reconocimiento y respeto a nuestro santo varón y paisano.
Por último, el pasado 26 de junio, volvimos a procesionar junto a los simpecados de Nuestras Hermandades paisanas. El Corpus de Niebla va recuperando sabores añejos a vegetación de nuestros campos mezclados con los olores a pétalos vertidos por los niños y niñas vestidos de primera comunión. Altar por altar, la Sagrada Forma realizó un recorrido más que festivo inundado de sonidos, colores y olores propios de nuestro pueblo.